El título viene a partir de algo que me ha pasado varias veces durante toda mi vida…
Ese frío en la nuca cuando se trata de algo peligroso o «oculto»
Hace poco comprendí que no hay porque tenerlo, no existe un sujeto rojo cereza, con cuernos y barba, que va a venir a devorarme…
No hay un asesino y violador en medio de las sombras…
No hay absolutamente nada…
Tal vez al que debería de tenerle miedo y temor…
Sería a mi mismo…
Cuando la mente quiere dejar salir dolor o ira, se inventa enemigos imaginarios para pelear contra ellos y no enfocarse en pelear contra si misma…